Reflexión sobre la adultez y sus características
La importancia de este período y de su estudio radica en que es una de las etapas más extensas de la vida humana, que incluye al grupo etario más productivo de la sociedad y es el que ocupa los más altos cargos y las posiciones de poder.
Debido al impacto de los cambios socioculturales, las personas que han llegado a la adultez han sufrido grandes cambios en su vida en relación a las décadas pasadas; las dificultades para superar las distintas crisis podrían llevar a desajustes en las áreas personal, laboral y social de considerable importancia. Es labor de los terapeutas ocupacionales es estudiar estos cambios en la vida del individuo, para entregarles herramientas adecuadas para lograr la adaptación a todo nivel.
A continuación se nombrarán algunos aspectos resumidos de cada etapa del ciclo vital de la adultez:
Adulto joven (18 a 39 años): Se caracteriza por el comienzo de la mayoría de edad. Antiguamente correspondía a esta etapa la plena adquisición de responsabilidades: profesionales, familiares, etc. Nuestra sociedad actual ha retrasado estas responsabilidades. Los jóvenes permanecen durante más tiempo dependientes de los padres, en periodo de formación o a la búsqueda del primer empleo. En esta etapa las personas participan plenamente en las actividades sociales. Se ingresa en la vida profesional. Las principales preocupaciones son encontrar un trabajo permanente y encontrar cónyuge para formar un hogar. Se consolidan los roles sociales y profesionales. Se da una relativa estabilidad a nivel material y en el campo de las relaciones sociales. Empieza un ligero declive de las funciones físicas.
Adulta intermedio (40 a 59 años): Se mantienen en esta etapa los roles sociales y profesionales. Los hijos comienzan a independizarse y algunas mujeres se incorporan al mundo del trabajo al disminuir las responsabilidades familiares. Disminución de las actividades sexuales y de las facultades físicas.
Los intereses se vuelven menos intensos. Se observa en algunos casos cierta despreocupación por los asuntos profesionales. Empiezan a valorarse actividades de ocio desligadas de la vida profesional. Sigue disminuyendo la capacidad física.
Adulto mayor (60 años o más): Se acentúa el deterioro de la capacidad física. La despreocupación general va aumentando, las personas conceden mayor importancia a las relaciones de parentesco directo y se van acentuando las relaciones de dependencia. Los avances tecnológicos han alargado la "esperanza de vida". La sociedad va asumiendo obligaciones con las personas mayores que anteriormente eran asumidas por la familia. También se van creando actividades de ocio y tiempo libre adecuadas a las personas de la "tercera edad".